EL RESPETO COMO FUNDAMENTO ÉTICO DEL AMOR A LOS DEMÁS
La ética del amor propio, presupone en todo momento no sólo la relación
persona-persona, sino también la relación hombre-cosa, hombre-mundo
y hombre-vida en general. Se trata, en este caso, de un amplio espectro de
vínculos humanizadores que el hombre es capaz de construir y, gracias a
los cuales, da lugar a su segunda naturaleza, ya que todo lo que el hombre
toca, entra en el reino de la cultura, su cultura.
Los modos de apropiación que el hombre pone en juego en estas
múltiples relaciones pueden ser de distinto tipo: cognitivo (científicofilosófico),
mítico-religioso (basado en creencias en seres sobrenaturales)
y práctico-utilitario (intereses instrumentales). Un cuarto modo de
apropiación no contemplado de manera explícita en los tres anteriores,
resulta ser el modo de apropiación ético.
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