EL AMOR PROPIO COMO AUTOESTIMA Y COMO AMOR A SÍ MISMO
La autoestima es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es
decir, la aceptación de nuestros potenciales y debilidades, aquello de lo
que somos capaces hacer de acuerdo con nuestra humana condición.
Significa, por tanto, la posibilidad de aceptarnos tal y como somos, con
nuestras virtudes y defectos.
A decir verdad, la primera persona con la que
de hecho nos relacionamos somos, evidentemente,
nosotros mismos, y esta relación es la que da lugar
precisamente al amor propio. Si aceptamos la idea
del amor propio como elevada autoestima, tenemos
que aceptar que aquel es bueno por varios motivos:
1) porque cada uno de nosotros somos seres dignos
y valiosos, ya que somos personas. No son personas
sólo los otros, sino también nosotros lo somos, y por
consiguiente, también somos dignos de ser amados;
2) sería realmente absurdo amar a los demás y no
amarnos a nosotros mismos; tenemos, por tanto,
que cuidarnos y preocuparnos de nosotros mismos;
3) aunque somos responsables de los demás, lo
somos de nosotros mismos, precisamente porque
nuestra capacidad de autodeterminación se limita a nuestro propio ser.
Por todo ello, estamos obligados a prestarnos una atención especial, ya
que somos la persona en quien más podemos influir y a quien, por otra
parte, más podemos ayudar.
Comentarios
Publicar un comentario